¿Cómo es posible que un perro doméstico con todas sus necesidades cubiertas se aburra y llegue a sentirse frustrado?
Muchas veces pensamos que tener un perro se limita a introducirlo en nuestro hogar y confiar en que todo va a salir bien. A nadie se le ocurre dejar solo a un niño en casa sin nada que hacer durante ocho horas o más y, en cambio, nos parece lo más normal del mundo que nuestro perro permanezca ese tiempo sin nada que hacer más que esperar nuestro regreso a casa.
Los problemas psicológicos del perro muchas veces se expresan a través de conductas estereotipadas, es decir, conductas idénticas que repite habitualmente, por ejemplo: el lamido de las patas, la persecución de la cola, un ladrido monótono, destrozos en la casa. Ante conductas de este tipo, primero y principal hay que acudir al veterinario para descartar que haya algún problema físico. Si el examen médico es favorable y el perro no tiene nada, entonces ya podemos hablar de problemas de origen psicológico. La mayoría de las causas para que se produzcan estas conductas o manías se debe principalmente por dos motivos: aburrimiento, frustración o ambas cosas.
Imaginemos por un momento a un perro que vive en una casa donde la rutina se repite día a día de la siguiente manera: se levanta, lo busca el paseador, sale a pasear para hacer sus necesidades, vuelve a su casa, duerme, se levanta para tomar agua, vuelve a dormir, comer, duerme, sale de nuevo a pasear para hacer las necesidades, toma agua, vuelve a dormir, sale a dar el último paseo del día para hacer sus necesidades y vuelve a dormir para a la mañana siguiente volver a hacer lo mismo…vuelve loco a cualquiera.
Si tenemos un perro y nos limitamos a satisfacer sus necesidades de vivienda y alimento, pero no nos ocupamos de garantizarle una ración de diversión y de entretenimiento necesario para estimularlo, vamos a acabar generando en nuestro perro problemas psicológicos debido al aburrimiento. También puede ocurrir que, aunque la mascota no esté sujeta a actividades rutinarias, no tenga satisfechas sus necesidades de actividad física. Ello puede provocar que toda la energía que necesita quemar, no la queme, y para quemarla se dedique a desarrollar conductas repetitivas como las descritas anteriormente.
Una forma de evitar el aburrimiento es mediante un buen paseo. Es preciso sacar a pasear a nuestro perro por dos motivos fundamentales: porque debe hacer sus necesidades con regularidad y porque todos los perros sienten la necesidad de caminar en lugares no cerrados.
Y contrariamente a lo que todo el mundo piensa, los perros que viven en una casa con jardín y los que viven en recintos cerrados tienen la misma necesidad de salir, oler y explorar el mundo. Los perros necesitan explorar otros lugares, jugar, relacionarse con otros perros y tener diferentes estímulos sonoros y olfativos que los mantengan estimulados. No olvidemos que nuestro perro, igual que nosotros, necesita salir a conocer el resto del mundo.
Tener una mascota no se reduce a brindarle casa y alimento. Es importante enriquecer la vida de nuestro perro, ofreciéndole actividades que lo mantengan ocupado física pero sobre todo, mentalmente.
Lic. Delia Madero
MN 41798
Psicóloga