Un animal de compañía como un perro, no sólo te aporta afecto, sino también puede ser un gran apoyo a la hora de implementar rutinas saludables. Los perros pueden ser un fuerte factor de motivación para que la gente se mueva. Quienes pasean a sus perros son mucho más activos que quienes no tienen animales, ya que estas dependen de que sus tutores para salir, entonces pone al humano en un compromiso que finalmente beneficia a ambos. Sacar a caminar a un perro representa un agregado importante a la cantidad de ejercicio que uno hace o reemplaza el que uno debería hacer.
¿Sabías que la gente mayor es más proclive a realizar caminatas regulares si quien los acompaña a caminar es un perro y no un humano?
Un estudio realizado en 2008 en Australia demostró que tener un animal en casa aumentaba las caminatas de sus dueños cerca de 30 minutos semanales. Al hacer un análisis más detallado, se vio que los nuevos dueños eran muy sedentarios antes de tener a su perro ya que caminaban un 24% menos que quienes no tenían animales.
Los investigadores vieron además que una de las motivaciones para tener un perro es el deseo de hacer más ejercicio. Los nuevos dueños de perros aumentaban considerablemente su promedio de caminata semanal previo a tener la mascota: de 89 a 130 minutos.
De todos modos, tener perro no hace magia, no es garantía de actividad física. Depositar todas las salidas en el paseador, o solo dar una vueltita a la manzana, no resulta si queremos empezar a movernos. El animal de compañía y su indudable necesidad de salir es una vía que nos sirve de apoyo para que activemos, pero depende de nosotros que transformemos esa “salida o paseo” en una rutina de movimiento, planificando nuevos objetivos y desafíos.
Fuente: Equipo de Contenidos DOGRUN