El sobrepeso es el principal trastorno de alimentación en los perros, y se debe en gran parte a causa de los humanos. Si bien existen otros factores que pueden dar lugar a la obesidad canina, como la esterilización de las hembras, la castración en los machos, problemas hormonales o genéticos, la causa más frecuente tiene que ver con la sobrealimentación y sedentarismo. La forma en que alimentamos a nuestro perro y el sedentarismo incide en su calidad de vida y bienestar.
Los animales, instintivamente, comen sólo para satisfacer el hambre y luego paran.
Para los seres humanos, en cambio, existe una gran cantidad de factores asociados a la alimentación, como sentimientos y emociones. Podemos comer porque estamos tristes, aburridos, ansiosos o incluso porque estamos contentos.
Cuando se domestica a un animal, se lo condiciona según nuestros hábitos o rutinas. De nosotros depende cómo va a alimentarse nuestro perro, con qué, cuando, cuando.
Generalmente se les da alimento de más como una manera de demostrarles amor, atención, gratificarlos. Hábitos que rápidamente se instalan en animales que aprenden por repetición.
Hay una gran cantidad de alimentos que los tutores acostumbran a darle a sus perros y que son productos nocivos, altamente calóricos y no aportan mayores nutrientes.
Hay muchas formas de expresar amor, atención y reconocimiento a nuestros amigos caninos. Una buena nutrición, actividad física y juegos son una buena receta para cuidarlo con responsabilidad.
Lic. Delia Madero
Psicóloga
MN 41798
