Quienes convivimos con perros, sabemos que no hay límites reales cuando se trata del amor: compartimos la cama, el sillón, las tardes de paseo y hasta la ropa que usamos todos los días. No es raro que esa campera blanca con la que salimos a pasear termine lista para meter al lavarropas, o que el buzo de entrecasa acumule más manchas de tierra que abrigo.
Pero, ¿cuánto pensamos en lo que eso implica a nivel higiene y lavado de las prendas?
Sólo en Capital Federal, 7 de cada 10 personas conviven con un animal de compañía como parte de su familia.
En ese contexto, Ace busca acompañar esas relaciones reales y cotidianas, siendo parte de una tarea diaria que no sólo cuida la ropa, sino también ayuda a mantener limpio ese entorno de cariño y conexión que compartimos con quienes más queremos.
Así como lavamos su camita o sus juguetes, también es importante lavar con regularidad las prendas con las que los abrazamos, jugamos o entrenamos. Además de pelos, pueden quedar manchas de tierra, pasto o incluso restos de comida si nos acompañan a un picnic (spoiler: siempre lo hacen).
Por eso, creemos que mantener una rutina de lavado constante usando productos que no sean abrasivos con sus prendas ni su piel, es una forma más de cuidarlos con todo el amor que ellos merecen. Y de paso, nos aseguramos de que esa campera llena de barro… vuelva a ser blanca otra vez.
La versión diluidle de Ace rinde hasta 30 lavados y permite adaptar cada lavado según la necesidad. Porque cuando las prendas y tus animales están bien cuidados, se nota: blancos blanquísimos y listos para la próxima aventura compartida.
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