El cuidado de la salud mental de nuestros animales de compañía también tiene que ser considerado una necesidad básica.
Nuestro perro además de su alimento, aseo, una cama cómoda y salidas diarias para hacer sus necesidades, necesita jugar, divertirse, sentirse motivado. Cuando a un perro no se les provee el suficiente estímulo y esparcimiento es cuando suelen comportarse de manera estereotipada o indeseable. Estas conductas son aquellas que repite como ladridos monótonos, lamido de patas, persecución de la cola sino destrozos en la casa, hacer sus desechos en lugares inadecuados, se porta mal.
Es importante no subestimar la salud psicológica de nuestros queridos compañeros. Ellos necesitan tiempo de diversión que salga de la rutina cotidiana.
También puede pasar que no tenga satisfechas sus necesidades de actividad física. Esto hace que tenga energía acumulada y que la descarga sea inadecuada.
¿Le ofrezco a mi perro juguetes, tiempo de diversión, algo que salga de lo cotidiano? ¿Me doy el lugar para jugar con él?
Un error frecuente es pensar que los perros que viven en una casa con jardín no necesitan salir. Los perros necesitan explorar otros lugares, jugar, relacionarse con otros perros y tener diferentes estímulos sonoros y olfativos que los mantengan estimulados. No olvidemos que nuestro perro, igual que nosotros, necesita salir a conocer el resto del mundo, descargar energía y absorber cosas nuevas.
Una forma de prevenir el aburrimiento es mediante un buen paseo lúdico. Es preciso sacar a pasear a nuestro perro por dos motivos fundamentales: porque debe hacer sus necesidades con regularidad y porque todos los perros sienten la necesidad de caminar en lugares no cerrados. Al paseo lúdico me refiero con darle tiempo a oler, a saludar a otros perros, a que elija el por donde caminar. Darle tiempo y espacio. Nos puede hacer bien a nosotros también.
Es importante enriquecer la vida de nuestro perro, ofreciéndole actividades que lo mantengan activo física y mentalmente.
Lic. Delia Madero
Psicóloga
MN 41798
