¿Qué es una rutina de alimentación?

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Cuando pensamos en nutrición, “cómo” alimentar es tan importante como  el “qué”. 

En la forma más básica posible, la nutrición es la incorporación de nutrientes que un individuo de cualquier especie necesita para cumplir tres funciones principales: el mantenimiento de sus funciones orgánicas, el desarrollo y el movimiento. Hay muchas situaciones en las que podemos aprovechar nutrientes específicos para acompañar sensibilidades o mismo en el tratamiento de enfermedades, pero acá nos vamos a enfocar en lo que llamamos nutrición fisiológica que es la que da soporte a todos los procesos metabólicos que necesita realizar un animal sano.

La nutrición aporta al organismo del perro los nutrientes específicos que este necesita para sus procesos normales y su actividad. ¿Cuáles y cuántos son estos nutrientes? Esto va a depender de varios factores como la edad, el tamaño del perro y el nivel de actividad, así como factores individuales que lo hacen único y diferente a otros perros. Esta rama de la nutrición, que nos permite responder a la preguntas sobre “qué” debe comer cada perro para mantenerse saludable, ha avanzado muchísimo a lo largo de los años y nos permite llegar a fórmulas cada vez más específicas.

Sin embargo, es también muy importante pensar en cómo se producirá la incorporación de estos nutrientes. En otras palabras, no podemos pensar en una dieta adecuada sin armar una RUTINA DE ALIMENTACIÓN que se adapte al estilo de vida del perro.

Decimos que es una rutina porque buscamos que los elementos que usemos, el lugar y los horarios sean lo más constantes posible. La constancia ofrece ventajas importantes para el perro. Desde el punto de vista de la salud física, estaremos promoviendo una mayor digestibilidad y aprovechamiento de los nutrientes que el alimento contiene, a la vez que prevenimos la aparición de sensibilidad digestiva. Además, tener una rutina de alimentación previsible beneficia al perro desde el punto de vista de su comportamiento.

Ya hablamos de mantener constantes el sitio, los horarios y los elementos que utilizamos para la alimentación. ¿Qué otros factores debemos contemplar?

  • Un sitio tranquilo, silencioso, lejos de la circulación de la familia
  • Horarios alejados de las comidas de la familia
  • Ofrecer el alimento durante 20’ y luego retirarlo. Si recibe alimento húmedo, las sobras deben descartarse
  • Tratar de que el perro permanezca tranquilo en los minutos posteriores a cada comida
  • Asegurarse de que siempre tenga una fuente de agua fresca y limpia
  • Higienizar ambos platos frecuentemente 

¿Cuántas veces al día tendrá lugar esta rutina? La frecuencia de alimentación dependerá de la edad del perro. Los perros adultos necesitan comer, como mínimo, dos veces al día (por la mañana y por la tarde). Esto quiere decir que debemos dividir la ración diaria recomendada en la tabla de alimentación

en 2 porciones. Los cachorros, por otro lado, requieren más comidas diarias, en general entre 3 o 4 dependiendo de su tamaño y etapa de crecimiento. 

En cuanto a los perros altamente activos, debemos tomar algunas precauciones extra. Si la actividad sucede durante la mañana, la primera comida del día debe ser de un volumen menor, para prevenir la sobrecarga del estómago en el momento de la actividad. Idealmente, debemos dejar pasar entre 3 y 4 horas entre esta comida y el momento de la actividad, para que el perro llegue al entrenamiento con un alto nivel de nutrientes en circulación, pero el estómago casi vacío. 

¿Qué hay con los premios y extras? Si buscamos que su dieta sea completa y balanceada, es importante que consideremos que el alimento balanceado debe ser la principal fuente de nutrientes. Para mantenerla equilibrada, se debe mantener el consumo de premios o extras al mínimo. Es muy frecuente que los perros más activos tengan una rutina de educación básica o entrenamiento y en estos casos, para reforzar el aprendizaje, recomendamos recurrir a opciones saludables o al propio alimento balanceado, en cantidades medidas. Evitar dar sobras de la mesa, ya que pueden contener calorías excesivas y componentes tóxicos o nocivos para el perro.

¿Cómo debe ser la transición entre alimentos? Todo cambio de alimentación, aún dentro de la misma marca, debe realizarse de forma paulatina (a lo largo de una semana), incorporando de forma progresiva el nuevo alimento. En otras palabras, se recomienda mezclar el alimento anterior con el nuevo y aumentar la proporción de este último cada 2-3 días, hasta que conforme la totalidad de la ración. Esto le permitirá al sistema digestivo del perro acostumbrarse gradualmente a la nueva composición y evitar sensibilidad digestiva. 

Es importante tener en cuenta que los cambios en el metabolismo que buscamos a través de la nutrición son progresivos, por lo cual la transición a un alimento para perros activos debería ser previa al momento de mayor actividad. Te invitamos a leer el artículo “¿Es lo mismo correr que caminar? Cómo elegir una nutrición adecuada para mi perro que participa en DogRun” para conocer más detalles.

El veterinario es el profesional capacitado para ayudarte a determinar el plan nutricional ideal para tu perro. Ante cualquier duda sobre nutrición y alimentación, no dudes en consultarlo.

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